lunes, 25 de noviembre de 2013

Texere Tejiendo cantos por Leon Magno Montiel

Foto Pire2587 111 TEXERE:  TEJIENDO CANTOS (León Magno Montiel)

“Corro sin cesar y nunca a nada llego,
ni a nadie alcanzo.
Más, aunque nada alcance
quiero correr”.
Tassos Denegris (Atenas, 1934-2009)

La voz de Yolanda Delgado tiene registros de contralto, sale de su rostro iluminado en azul, le hace un marco perfecto su cabello muslime. Sus notas se entretejen con el art-decó del Teatro Baralt, la sala está coronada por el rosetón con la imagen del polígrafo Rafael María, todo el recinto está ornado de arabescos. La atmósfera interna es una mixtura de sonoridades, habitada por una presencia sensitiva, invisible.

El tambor del altiplano asoma su voz profunda, con su retumbe milenario. Suenan los redobles en sus parches de vicuña. La quena con su timbre lastimero, hace una melodía que busca los corazones nocturnos para anidar. La respalda la guitarra con acordes en tonalidad menor, logrando un timbre similar a un viejo laúd. En el escenario baraltiano está Texere, agrupación que nació en 1987 en los pasillos de la Universidad del Zulia, concebida como un taller experimental para el canto de vanguardia y la poesía. Son herederos de la obra de Gloria Martín, Zitarrosa, Daniel Viglietti, Lilia Vera y Cecilia Todd. Fervientes seguidores de la Trova Cubana y de Alí Primera: a quien nombraron “el padre cantor”.

Los espectadores esa noche de concierto, pasaron a formar parte del entrevero de melodías que nace bajo el plafón de 130 años de antigüedad. Son lunáticos que habitan el espléndida sala, incólume tras el paso del tiempo, “sin temor al ultraje de los años”, según Borges. De pronto, irrumpe la voz del escritor Blas Perozo Naveda, con sus canas hirsutas, trajeado con riguroso flux oscuro, nos habla de un buque anclado en el lago, frente a las dársenas de El Milagro, que muestra en su palo de mesana una bandera tricolor, fondeado en las orillas de una ciudad que se erigió entre duendes bellacos, piratas saqueadores, mercaderes falsarios y poetas rodeados de mujeres pintadas de noche. El maestro Blas Perozo está debajo de una luz cenital que le sigue, como en una secuencia de cine. Nos habla de Simón Bolívar, lo describe luchando contra un enemigo ciclópeo y voraz: “Bolívar a pie o a caballo, es el padre”. Recita con firmeza su manifiesto y sale de la escena por dosel lateral. Acto seguido: comenzó el tráfago de músicos y técnicos en el fondo del entablado.

Texere es un vocablo latino que significa tejido, hermoso nombre para ese conjunto de texturas y armonías. Su repertorio comienza a ejecutarse, inicia con un canto a capella que llena los espacios: es “La canción urgente” en la voz dulce de María Dolores Delgado. Prosigue la canción “Entre soles y lunas” que sale de la garganta del joven juglar Luis Pérez. El conjunto transita por temas memorables, nos lleva al “Coquivacoa” de Alí Rafael, pasamos por “Soy pan, soy paz, soy más” del argentino Piero y coronan su odisea armónica con el clásico de Renato Aguirre “Aquel zuliano” la joya gaitera de 1980:

“La luz nace en la mañana,
interrumpe en mí el ensueño,
la voz creo que fue un sueño,
pero hay un misterio grato:
dejó olvidado su cuatro
debajo de mi ventana”
(Aguirre,1980)

306644 408083652570930 1019638379 n TEXERE:  TEJIENDO CANTOS (León Magno Montiel)
El periodista y trovador Darwin Romero Montiel entra a escena y recita el poema de Julio Cortázar “Yo tuve un hermano” dedicado a su compatriota rosarino Ernesto Guevara:
“Yo tuve un hermano,
no nos vimos nunca pero no importaba.
Yo tuve un hermano
que iba por los montes mientras yo dormía
mi hermano mostrándome detrás de la noche,
su estrella elegida”.

Comienzo a recordar viejas escenas vividas en ese teatro. Veo la imagen del profesor José Cheo González presentando a su ahijado Israel Colina, en febrero de 2006, algunos días antes de marcharse de esta vida junto a su mujer Élida Cuaro: un adiós violento en ese lunes 17, de ese abril terrible. Cheo González estuvo en ese mismo proscenio, con su guayabera amarilla, llevaba una pequeña venda en su nariz recién intervenida, desde allí lanzó la proclama con su voz baritonal:
“Al escuchar la voz de Israel dije:
quiero ser el patriarca de esa voz y no pude.
Pues, a partir de hoy, seré el padrino de esa voz”.

Mientras Israel Alejandro lo observaba, sonreía sereno. Aceptaba las palabras de su admirado padrino en la presentación de su álbum “Iberoamérica espléndida” acompañado de su hermano Gustavo Adolfo Colina, el gran concertista del cuatro y una pléyade de músicos de alta consideración, encabezada por Elvys Martínez, el virtuoso maestro del contrabajo.

Mi entrañable primo Darvin Romero Montiel, entonó el tema “Dispersos” de Alí Primera, luego invitó a los maracaiberos a despertar, a integrarse a la América Latina que se mueve hacia la esperanza, hacia una nueva unidad continental.
En el histórico recinto persiste la luz azul, difuminada, como si el teatro tuviese una luna interna.

Vemos nacer un tapiz de cantos, de evocaciones y recuerdos que se cruzan, van zumbando entre las butacas y balcones donde los espectadores se asoman como racimos. Ese tapiz está terminado luego de dos horas de labranza musical. La mágica estructura tonal nace en el mismo lugar donde dejaron su semilla Carlos Gardel, Arthur Rubinstein y Manuel Trujillo Durán. Texere sembró esa noche el germen de Felipe Pirela y de Ricardo Aguirre, con una grata reminiscencia. El público hizo suya la serenata texeriana, ha mostrado su gozo ante el canto cósmico.

Al finalizar la jornada, los asistentes salimos hacia la noche en el centro de Maracaibo, a esa hora la ciudad siente nostalgia de la aldea que fue. Entre la gente, camino y pienso que todos volverán a aplaudir en su recuerdo, a celebrar este tejido melódico que les pertenece desde hace décadas. hermanos03 06 TEXERE:  TEJIENDO CANTOS (León Magno Montiel)

Texere es un duende que corre y alcanza todas las plazas del canto. Su arte es fecundo, su música vive con júbilo celebratorio en esta ensenada de occidente. Como bien lo dijo el laureado joponólogo de Las Mesitas, Ednodio Quintero: “no conoce las asperezas y rigores de la errancia”. Su casa definitiva, está ubicada frente a este lago.

NOTA REALIZADA POR: León Magno Montiel.
@leonmagnom              leonmagnom@gmail.com

LOS JUEGOS tradicionales no son “UNA RAYA”: El mundo de los juguetes típicos

662 400x266 LOS JUEGOS tradicionales no son UNA RAYA: El mundo de los juguetes típicos 
 
La perinola es uno de los juguetes artesanales que se jugaba con furor en años anteriores.
Con el pasar de los años los gustos de los chamos por los juguetes para navidad han cambiado, a tal punto que en la actualidad muchos no saben lo que es una perinola, un trompo, un yoyo o un simple caballito de madera.

En un recorrido realizado por NAD al Mercado Guajiro, ubicado en la avenida El Milagro, los juguetes artesanales, como son conocidos, aún se consiguen, sólo que a quienes llama más la atención no es a los niños sino a los extranjeros que visitan la ciudad.

En la actualidad los niños se interesan más por la tecnología como los iPad, tabletas, celulares de última generación, video juegos, entre otras cosas.
Y es que lamentablemente, los padres han perdido el sentido de lo tradicional, el juego con metras, los yoyos, el papagayo, la perinola, y muchos otros juegos más que en su tiempo causaron sensación.

En el Mercado Guajiro los caballitos de madera tienen un costo de 120 bolívares, los carros de madera, según el tamaño, de 300 a 700 bolívares. las perinolas, trompos y yoyos a 60 bolívares, mientras que las maracas se consiguen en 90 bolívares.

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Caballitos de madera
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Camiones de madera
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Yoyo
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Perinola
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Trompo
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Maracas
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Luciana Ramírez
Fotos: Luis Molero
Noticia al Día

NOTA CORTESIA DE NOTICIAS AL DIA

martes, 19 de noviembre de 2013

Hospitalizan al gaitero Germán Ávila


La noche de este domingo 17, el gaitero Germán Ávila, conocido ampliamente como El Látigo, presentó una insuficiencia respiratoria que ameritó su hospitalizacion en el Iectas, cerca del Maczul, en Maracaibo.

La esposa del gaitero, Elsa de Ávila, confirmó la información. Las personas que puedan colaborar con El Látigo de la Gaita, pueden hacerlo depositando en la cuenta de ahorros del BOD 0116 0140 500183585770, a nombre de Elsa de Ávila, cédula 3.771.834.

Ávila tiene 56 años en el mundo de la gaita y es un icono emblemático de la zulianidad.

Cortesia de Notizulia

domingo, 17 de noviembre de 2013

Happy Gaita determina que la gaita no es de propina... cortesia de La Gaita del Sur del Lago





Happy Gaita determina que la gaita no es de propina



La agrupación Happy Gaita inicia su trabajo de promoción de este año con el polémico titulo “La gaita no es de propina”.

Es del creador Argenis Sánchez y sus versos son interpretados por el propio Argenis junto a Ender Carruyo. “La gaita no es de propina” es un reclamo a gobernantes, empresarios y a comunicadores sociales que con frecuencia irrespetan y discriminan a los Gaiteros y al producto de su labor.

En años anteriores el compositor, también con Happy Gaita, editó “De toga y birrete” y esta vez con “La gaita no es de propina” retoma la intención de promover una campaña de concientización que redunde en un trato justo, equilibrado y razonable para los cultores y sus agrupaciones que en el Zulia y otros estados exaltan la tradición musical más popular de Venezuela.

Gaiteros y Gaiteras se han sentido traicionados por quienes en todo el país tienen el deber moral de velar por mejore condiciones que permitan la continuación en el tiempo de una costumbre que ha trascendido fronteras.

Argenis Sánchez exige un mejor sitial para el arte que realizan con tanto esfuerzo y en ciertos casos sin respaldo económico.

“Algunos empresarios y ciertos gobernantes prefieren a los artistas internacionales en sus eventos y a los Gaiteros nos dejan de relleno y además pretenden pagarnos casi una limosna”.

Agrega Argenis: “De nosotros también depende adecentar el oficio. Si realmente queremos alcanzar mayor espacio de difusión en las emisoras de radio; contar con escenarios para entretener y alegrar a la gente y que nos consideren verdaderos artistas se hace necesario optimizar nuestra calidad interpretativa y ser cautelosos con nuestra conducta”.

Happy Gaita rompe el celofán, en su décimo quinto aniversario, con esta composición pero en su totalidad será un disco cargado de remembranzas, romanticismo y sentir decembrino.

Yhorman Prieto, Argenis Sánchez, Humberto Bracho y Gilberto Ferrer han concebido una producción que sin duda incitará a la alegría y al compartir de la familia y los amigos.



Moraima Gutiérrez

CNP 6510

viernes, 15 de noviembre de 2013

Hoy se recuerda el nacimiento de Billo Frometa

billo1 Hoy se recuerda el nacimiento de Billo Frómeta
Luis María Frómeta Pereira (Santo Domingo, República Dominicana, 15 de noviembre de 1915 - Caracas, Venezuela, 5 de mayo de 1988) fue un compositor y director de orquesta dominicano.
El majestuoso escenario del Teatro Teresa Carreño albergó el último aliento del Director de la Orquesta más popular de Venezuela.

En el marco del homenaje que por sus cincuenta años de vida artística en Venezuela le brindaría la Gobernación de Caracas, ciudad a la que tantas composiciones dedicó en su trayectoria musical.

El maestro Luís María “Billo” Frómeta Pereira cumplía su sueño de dirigir la Orquesta Sinfónica de Venezuela, rodeado de sus amigos y compañeros de la música. El día 27 de abril en la víspera del homenaje, al finalizar la ejecución de la pieza “Un cubano en Caracas” los músicos de la orquesta, puestos de pie lo ovacionaron profundamente, provocando en el maestro una emoción de tal naturaleza y magnitud que  este no pudo soportar, causándole un colapso que lo desplomó a los pies de la orquesta, frente a sus estupefactos compañeros artistas. Por desgracia no se recuperó de su inconsciencia y falleció el 5 de mayo de 1988.

El maestro Billo nació el 15 de noviembre de 1915  en San Francisco de Macoris, provincia de República Dominicana, hijo del abogado José María Frómeta y doña Olimpia Pereira de Frómeta, sus padres esperaban que Billo fuese el médico de la familia.

Desde su formación en la escuela primaria, la música fue fundamental en su vida, recibió sus primeras lecciones de teoría y solfeo, armonía y composición, saxofón y clarinete de grandes maestros dominicanos como Sixto Brea y Rafael Pimentel.

El joven músico concluyó la secundaria a la par de su formación musical, movido por los deseos de su padre de contar con un médico en la familia, en 1933 inició  estudios de medicina en la Universidad de Santo Domingo y  para mantenerse  imparte clases de guitarra a domicilio. Durante este lapso junto al músico Freddy Coronado, conformaron el “Conjunto Tropical”, en un formato de música bailable que trabajaba regularmente en la estación radial HIN. Más adelante, Billo se une a Simón Damirón, su hermano Fernando Frómeta, Ernesto “Negrito” Chapusseaux y Coronado, para fundar una orquesta de baile a la que llaman: “Santo Domingo Jazz Band”, con Damirón como director. Con esta orquesta comienza la búsqueda de su propio estilo musical,  Al comenzar su tercer año de estudios, ingresó  al hospital militar, donde estuvo hasta que fue obligado a usar el uniforme de guardia; a esto se negó, -tal vez por aversión al régimen militar-y por ello fue expulsado de la Academia de Medicina.

El Flechazo en Caracas
Llegó a Venezuela el 31 de diciembre de 1937, para tocar en un famoso local de baile en Caracas, algunos problemas legales en los contratos alargaron la permanencia de la agrupación de Billo en Caracas, lo cual despertó en Billo el embrujo por la ciudad capital.

En 1938, la película de cine venezolano Taboga lo inmortaliza con la interpretación del tema del mismo nombre cantado por Ernesto Chapusseaux  Igualmente, realiza sus primeras grabaciones a través de un contrato con la discográfica RCA Víctor
En la década de los 40s, Billo reagrupa su orquesta y le cambia el nombre a Billo’s Caracas Boys, nombre colocado en honor a la ciudad que lo acogería hasta el final de sus días. Muchísimos músicos y cantantes pasaron por esta orquesta, destacando entre ellos el cubano Manolo Monterrey y los venezolanos Rafa Galindo, Miguel Briceño y Víctor Pérez. También acompañó a vocalistas solistas,  de la estatura del tenor Alfredo Sadel.

En 1955, se convierte en uno de los fundadores de la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela, junto a Luís Alfonzo Larraín y Manolo Monterrey.

En 1956, enfrenta una demanda respecto a su primer matrimonio, no disuelto formalmente, y es condenado a pasar cien días en prisión hasta febrero de 1957.

El año de 1957 significó  para Billo una serie de tropiezos serios para la trayectoria del maestro, puesto que perdió el apoyo de los patrocinantes de su programa radial “A Gozar Muchachos”, lo cual marcó la disolución de su orquesta y el final de su contrato radial. Es posible que en esto haya influido la serie de ataques y críticas negativas que comenzó a recibir, quizá desatados por la envidia ante los éxitos que cosechaba, teniendo que enfrentar demandas y hasta un veto por parte de la Asociación Musical del Distrito Federal y el Estado Miranda, que le prohibió actuar de por vida en Venezuela.

En 1958 sin su banda y sin empleo, se hace amigo del joven músico y director de orquesta, Renato Capriles, quien le solicita arreglos y canciones para el primer álbum de su orquesta Los Melódicos. Billo Frómeta entonces compone varios temas para la nueva orquesta.

La época de oro de Billo´s Caracas Boys
En 1960 le levantan el veto que sobre él pesaba por parte de la Asociación Musical, que la opinión pública vió como injusta excesiva y personal. Inmediatamente, comenzó a reunificar su orquesta y a buscar nuevos cantantes en la ciudad de Maracaibo. De aquí exportó al inolvidable  José “Cheo” García y al “Bolerista de América” Felipe Pírela. Quienes se unieron al legendario Memo Morales. Esta etapa se conoció como la época romántica de la orquesta, se popularizaron los mosaicos que eran unos “ligaditos” de canciones variadas condensadas en sesiones musicales de aproximadamente 7 minutos. También hay que decir que los ritmos incluidos eran de acuerdo al estilo del cantante. Los primeros Mosaicos empezaban con un bolero, seguido por un son, otro bolero, y terminaban en guarachas, algunos en merengue y otros con congas. 
Posteriormente se incorpora José Luís Rodríguez “El Puma”, quién luego de su tránsito por la orquesta se lanza como solista igual que Felipe Pirela, llegando ambos a proyectarse como grandes ídolos románticos de América.

El repertorio de Billo es tan rico que se contabilizan 56 mosaicos producidos a lo largo de cinco décadas. Las canciones que forman parte de los mosaicos todas fueron éxitos y narran el estilo de vida, el aire y la esencia de toda una época; temas como “Dímelo” (del folklore dominicano) , “Caminito de Guarenas”, “Que me La den entera” , “La Burrita de Petare” , “Caracas Siempre Caracas” , “Luna Caraqueña”, “Los Cadetes” , “Epa Isidoro”, ”Si yo tuviera una novia” y “El Brujo” . Fueron arquetipos musicales cuyas letras capturaron las vivencias, el ánimo y el alma de nuestro país. El maestro en sus letras finamente describía el tono político, social, económico y cultural de las masas. Todas las clases sociales de los 40, 50, 60,70 y 80 bailaron, se enamoraron, se casaron, celebraron, rieron y lloraron con Billo.
murio billo Hoy se recuerda el nacimiento de Billo Frómeta
El Legado de Billo
Con la muerte de Billo se cerró una página importante en la historia musical venezolana, su orquesta animó el espíritu nacional, su música enseñó a los venezolanos a amar a su país. Con su inigualable don musical el maestro componía con extraordinaria facilidad cada una de sus canciones. Además era observador estudioso de la idiosincrasia popular, la que siempre supo captar genuinamente y traducir al pentagrama con sencillez, fue el cronista musical de Caracas ciudad a la que amó hasta su último aliento.

El Maestro Billo ocupa un lugar de privilegio en el mundo de la música popular latinoamericana.  Su ausencia de 23 años se siente y hoy nos preguntamos  ¿qué le compondría Billo a la quinta república?


CORTESIA DE NOTICIA AL DIA